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08/08/2022

Cómo preparar un delicioso café affogato

Cómo preparar un delicioso café affogato

Cuando hace mucho calor, el hecho de disfrutar de un buen café se complica, pues lo último que queremos es que nos caliente más el cuerpo. Es por eso que, a lo largo de la historia, se han ido creando diversas maneras de disfrutar de esta bebida en frío.

Ya sea añadiendo leche fría, hielo o realizando la infusión directamente en agua fría, se han diseñado diversas recetas para poder seguir bebiendo café en los días más calurosos.

Desde una receta de helado a otra, viajamos desde México con su café azteca hasta Italia, con su clásico affogato, una delicia sencilla y efectiva que nos refrescará mientras nos endulza la boca.

El café affogato, que significa literalmente ahogado, se trata de un humilde café espresso, que se vierte alrededor de una deliciosa bola de helado, haciendo una isla de helado que lentamente se irá derritiendo.

Esta receta data del siglo XVII, y se le atribuye al fray Angélico, un fraile franciscano que se dedicaba a la preparación de licores en la provincia de Cuneo, siendo su especialidad el licor de avellanas, y tanto es así que a día de hoy esta bebida se conoce como frangélico.

Otra de sus especialidades era el licor café, y experimentando con el café fue cuando se le ocurrió la idea de mezclar un café con helado de vainilla.

 

La historia del café affogato

 

Aunque parezca algo relativamente actual, el helado siempre ha gozado de mucha popularidad desde hace siglos. De la misma manera que sucede con el café, en Italia se ha creado una importante cultura alrededor de este dulce y frío postre.

Elaborado con leche, huevos y azúcar, se aromatizaba la mezcla con otros alimentos, como el chocolate y el café, dos de los sabores más populares a finales del siglo XVII.

Y aunque la idea del affogato ya existía por aquel entonces, tardo bastante en hacerse realmente popular, pues en aquella época, requería usar nieve que se acumulaba del invierno.

Pero en la década de los 50, la industria del helado se extendió por todo el país, gracias a las mejoras en la maquinaria, se facilitó el proceso de creación de este postre, lo que permitió que esta receta de café fuese más fácil de consumir.

Convirtiéndose en un icono del “Bel Paese”, las heladerías llegaron a tal punto de popularidad, que resultaba fácil encontrar una, al igual que un bar o un restaurante. Y en los calurosos veranos italianos de esa década, fue cuando se hizo increíblemente popular ahogar este delicioso postre con una buena taza de café espresso.

Esta moda viajó rápido por el mundo, llegando a hacerse muy popular en los Estados Unidos, sobretodo en la gran urbe de Nueva York, sin embargo, al contrario que los lattes o el cappuccino, el affogato no consiguió mantener su éxito mundial hasta día de hoy, a pesar de seguir siendo uno de los cafés estrella en Italia.

 

La popularidad del affogato y su caída

 

Que este café no mantuviese su éxito en los Estados Unidos tiene una razón, y no tanto que el café no gustase o aburriese. El problema que tuvo esta receta fue la competencia.

Existe una creación cafetera que seguro que te suena, y no hablo de otra cosa que el frapuccino. Esta especie de batido a base de helado suave y café con leche arrasó en el país. Creada por George Howell en 1992, esta bebida conquistó a los americanos, que pronto empezaron a elegir esta bebida en vez del affogato.

Sin duda, Howell sabía lo que hacía, pues ya durante los años 70 y 80 dedicó sus esfuerzos a promover el café de especialidad, abriendo tres locales de éxito que siguen abiertos a día de hoy, en Massachusetts.

“Pero espera, ¿El frapuccino no es una de las bebidas insignia de la famosa cadena de cafeterías Starbucks?” estarás pensando, y si, así es, pero por que en 1994 compraron la cadena de este amante del café, Howell’s, incluyendo en el pack sus locales y marca, el estilo de tostado, y las recetas.

Y siendo una cadena tan enorme, sus recursos también lo son, y con el poder del marketing, consiguieron popularizar el frapuccino a nivel internacional, desbancando al clásico café affogato.

 

El café affogato, ¿Qué es?

 

La verdadera pregunta sobre este café, al igual que pasaba con el café azteca, es si se considera postre con café, o un café aderezado con un postre.

Por lo general, y a pesar de que es el café espresso el principal protagonista de esta receta, al llevar helado para darle el toque dulce, se considera postre.

La receta en sí es muy sencilla, a no ser que quieras preparar tu propio helado, ahí se complica un poco más el asunto.

Esta preparación se ha mantenido casi invariable con el paso de los siglos, y es muy fácil poder degustarla en los restaurantes y cafeterías de Italia, ya sea esta versión original, o alguna de sus variantes.

Alguna de estas variaciones en la receta original vienen de la mano del chef Jaime Oliver, que nos propone usar helado de vainilla, acompañado de crocante de almendra tostada, junto con amaretti, una galletita típica italiana hecha también a base de este fruto seco. Otra opción que nos comenta es usar biscotti empapado en café tostado.

Si te sobran siempre postres navideños, como mousses de chocolate, o incluso turrón, pueden ser una buena base sobre la que poner el helado.

 

Café affogato: La receta

 

Como ya supones, la receta en sí es bastante sencilla, y solo necesitamos 2 ingredientes, pero lo cierto es que, para degustarlo de la mejor manera posible, es recomendable usar una copa o vaso, a ser posible con la base estrecha.

Las cafeteras más recomendables, son en este caso, las que preparen un mejor espresso:

  • Cafetera Exprés: La versión doméstica de las enormes máquinas de cafetería es sin duda, la mejor opción. Las razones son simples, en primer lugar, nos permite conseguir un café espresso, que es la base de esta receta. Su uso es relativamente sencillo una vez le pillamos el truco, llenamos el cacito de café molido, lo enganchamos y presionamos el botón para que sirva el agua. Por lo general, tienen varios botones con la programación adecuada de una o dos tazas, y se detiene automáticamente.
  • Cafetera Italiana: Como ya vimos en otros artículos, esta cafetera nos permite conseguir lo más parecido a un café espresso, aromático, fuerte y con cuerpo. Es casi imposible que no tengas una de estas por casa, por lo que suele ser la opción más fácil y económica si no quieres invertir en una cafetera exprés. Su uso también es muy sencillo, llenamos la parte de debajo de agua, siempre por debajo de la tuerca, colocamos el filtro con el café, la cerramos y la ponemos al fuego. En unos minutos tendremos un delicioso café listo para tomar.
  • Cafetera de cápsulas: Gracias a su versatilidad, solo debemos encontrar las cápsulas adecuadas para preparar la receta. En este caso buscaremos las de café espresso, y listo, la colocamos y dejamos que la máquina haga su magia: gracias al lector de código, sabrá la cantidad de agua y el tiempo de extracción adecuados.

Como siempre, esto va en función de gustos, y puedes usar otras cafeteras para conseguir un café más suave, como la prensa francesa, pero al contrario que el café azteca, no nos interesa hacer preparación en frío, ya que la idea es que el café derrita el helado poco a poco.

 

Ingredientes:

 

  • Café espresso
  • Helado de vainilla o fior di latte

 

Elaboración:

 

No es que sea muy complicado, pero para preparar esta receta de la mejor manera posible, si que debemos tener en cuenta ciertos aspectos, lo primero de todo, el helado.

Agregamos en la copa que vayamos a usar una generosa cucharada de helado del sabor que hayamos escogido, y la colocamos lo más centrada posible.

Tras esto, preparamos nuestro café en una taza y lo servimos alrededor del helado, no directamente encima, porque si no, no tendrás helado que degustar. La idea es que al servir el café alrededor, este lo valla fundiendo lentamente, mientras lo tomamos con la cuchara.

 

Consejos para disfrutar de un affogato

 

Se recomienda un vaso o copa con la base estrecha para que el helado no llegue al fondo, de esta manera, al añadir el café, se irán formando capas, con el café oscuro en la base, el helado derritiéndose lentamente sobre este, y quedando en la parte superior la espuma del espresso.

Dejar la copa en la nevera o en el congelador ayudará a que tu helado no se derrita demasiado rápido, permitiéndote disfrutarlo con más calma.

Por supuesto, el sabor del helado lo puedes variar, aunque la receta original es con fior di latte, una receta de helado que tan solo llevaba leche, azúcar y almidón, ignorando los huevos. Pero como no es tan sencillo de encontrar, se popularizó usar el helado de vainilla, ya que es un sabor bastante parecido.

Aunque puedes poner cualquier sabor que quieras, no es recomendable usar los de sabores frutales, ni los muy ácidos, ya que estos no combinan demasiado bien con el café. Tampoco deberías usar helados tipo polo, a base de hielo, ya que aguarán el café, al contrario que los que son a base de leche, que al derretirse se combinarán mejor.

Si quieres añadirle algún otro ingrediente, algunos recomendables son el sirope de chocolate, las galletas, o también un chorrito de algún licor. Los más recomendables serían los licores cremosos, como el Bailey’s o el Amaretto, pero incluso otros espirituosos pueden sentarle fenomenal. Si te gusta darle un sabor más intenso a café, ponle unas gotas de licor café, espectacular.

 

Tomando el café affogato

 

La idea de este postre es servirlo acompañado de una cuchara, para poder tomar el helado mezclándolo con el café, y una vez esté completamente derretido, podremos beberlo como si de un café con leche se tratase.

Lo interesante es intentar sentir los matices y el contraste, el choque entre frío y caliente, dulce y amargo, líquido y cremoso.

 

Otras versiones del affogato

 

Ya hemos visto alguna que otra variación de la receta, y de hecho, como mencionamos, cualquier helado cremoso puede funcionar, como el de caramelo o chocolate.

Pero existen además variaciones de esta receta, como el affogato corretto, que no deja de ser este café, pero acompañado de brandy y otros licores, como el grappa, o kahlúa.

Luego podemos encontrar variantes que sustituyen el café por otros productos, como tés e infusiones que funcionen bien con lácteos, o incluso chocolate caliente.

Otra variante interesante es el caldo freddo, una receta en la que añadiremos un bizcocho empapado en licor en la base del vaso, sobre el cual colocaremos el helado, lo demás sigue la misma premisa.

Si dispones de una licuadora, puedes convertir tu affogato en el famoso frapuccino, así puedes decidir tu cual es mejor.

Como ves, las opciones son muchas, y todas suenas deliciosas, así que no lo dudes, y prepara este delicioso postre de contrastes.

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