26/07/2022

Todo lo que debes saber sobre el café frío

Versátil. Seguramente, esta sea una de las palabras que mejor definen el café. De un solo producto, podemos elaborar tantas preparaciones, variedades y mezclas, que daría para montar una biblioteca.

Podemos prepararlo en nuestra cafetera para disfrutarlo recién hecho, o añadirle otros ingredientes para crear deliciosas recetas, desde leche en las más clásicas, hasta tónica en alguna de las recetas más modernas y sofisticadas.

Además, lo podemos utilizar en repostería para darle este sabor y aroma a los postres, desde el mítico tiramisú hasta conseguir un bizcocho que desprenda esa fragancia cafetera que tanto nos gusta.

Y si nos encontramos en una época en la que el calor aprieta, y un café caliente quizá no baja tan bien, no hay problema, porque en frío y con hielo, sigue siendo igual o incluso más disfrutable.

Tanto es así, que hoy vamos a ver todas las posibilidades de las que disponemos para gozar con un buen café frío, cómo prepararlo y que beneficios nos puede aportar.

Infusión de café en frío

Normalmente, si vas a una cafetería a tomar un café con hielo, te lo servirán caliente, acompañado de otro vaso con el hielo, para que este se enfríe y podamos refrescarnos con el sabor de un espresso.

Pero lo cierto es que esto puede suponer una pérdida de sabor, ya que, si el hielo no es de muy buena calidad, de estos muy compactos, se derretirá muy rápido, diluyendo el sabor del café y volviéndolo más aguado, e incluso sin que el café se haya podido enfriar del todo.

Sin embargo, existe un método de preparación que puede evitar este problema y que, con un poco de previsión, puede permitirte disfrutar del café frío más delicioso: Preparándolo directamente en frío.

Con este sistema, conseguiremos un café frío, más suave que el de cafetera, pero también menos amargo y con menos acidez, ya que al no pasar por un proceso que le aplique calor, el café no soltará algunos de los componentes ácidos que le dan estas características.

El único problema, por eso mencione antes la previsión, es el tiempo que tarda en prepararse, pues debemos dejar que se mezcle con el agua mínimo 12 horas, y si podemos dejarlo un día entero, mejor.

Preparación del café frío

Si no quieres recurrir al viejo truco de enfriar el café con hielo y evitar que quede aguado o lo que es peor, que no se enfríe lo suficiente, puede que te interese prepararlo de esta manera, ya que, además, puede hacer mucha cantidad de una sentada:

• Empezamos mezclando café molido con agua del tiempo en un recipiente amplio, un tupper grande o una botella de vidrio grande podrían valer, o incluso un bol de repostería.
• Sea como sea de grande el recipiente, la idea es poner 1 parte de café por 2 de agua y un poco más, como en el arroz. Si ponemos 1 vaso de café molido, pondremos 2 de agua y un poco más. Pero si quieres hacerlo midiéndolo, las medidas habituales serían unos 225g de café por 480ml de agua.
• Una vez tengamos el recipiente con el café y el agua, removeremos suavemente.
• Ahora, taparemos el recipiente, ya sea con el tapón de la botella o en caso de un bol, pondremos papel film por encima, y lo dejaremos en la nevera por lo menos 12 horas, mejor aún si son 24.
• Pasado este tiempo, colaremos el café para deshacernos de los posos que, por cierto, se pueden reutilizar para muchos usos. Lo mejor es que uses una malla fina junto con una gasa, o bien un filtro de café clásico.
• Y ya estaría, nuestro café frío listo para disfrutarlo, ya sea solo o en alguna preparación. Pero aparte de poder hacer mucha cantidad de café, este método de preparación nos ofrece muchas ventajas y beneficios.

Eso sí, recuerda que este café, al prepararse de manera concentrada, tiene mayor concentración de cafeína, por lo que, si eres sensible a sus efectos, puede que prefieras hacerlo con café descafeinado.

¿Por qué tomarlo así?

A pesar de que lleva mucho tiempo, lo cierto es que no da trabajo prepararlo, y a la hora de disfrutar de un café frío, este método te va a aportar varias ventajas que quizá te interese tener en cuenta:

• Más saludable: Esta preparación tiene una ventaja muy importante, y es que reduce la acidez del café. De este modo, será mucho más agradable para tu estómago. No solo por la menor acidez, sino que, además, en una investigación publicada en Preventive Nutrition and Food Science, se detectó la presencia del polisacárido CCP-0, un compuesto que favorece la inmunidad digestiva.
• Por último, hay que añadir que, gracias a su preparación en frío, este café contiene más cantidad de polifenoles, hidroxicinamatos y de ácido clorogénico, que benefician a nuestra salud a la hora de prevenir cáncer y otro tipo de enfermedades.
• Hidrata mejor: Ya que se prepara de una manera más similar al té, el contenido en agua de este café es mayor, lo que hace que sea una fuente de hidratación ideal. De hecho, mucha gente cuando pide su café en una cafetería, pide además un vaso de agua para refrescar la boca después, ya que, debido a la astringencia del café, puede dar esa sensación de sequedad en la boca, cosa que con este método no pasará.
• Así que ya sabes, si tienes sed en verano, y te apetece algo fresco y con sabor, el café en frío es una opción ideal.
• Perfecto para el deporte: Sabemos que el café aporta muchos beneficios a los deportistas, tomando una taza de café media hora antes de comenzar la actividad nos aportará energía y concentración para ayudarnos en la tarea.
• Pero diversas fuentes, entre ellas la Sociedad Fisiológica Americana o la Universidad de Illinois, aseguran que tomando el café así, además de todos esos beneficios ya mencionados, obtendremos un beneficio añadido: El café frío parece facilitar que las moléculas de grasa se rompan, facilitando la quema de calorías, que puede llegar a sumar alrededor de 9 calorías extra cada hora de ejercicio. Esto sumado a las otras características como reducir el apetito o disminuir la sensación de esfuerzo, pueden ser una importante ayuda a la hora de bajar de peso o mantener un mejor control sobre este.
• Nuevas combinaciones: Al prepararlo de esta manera, el café será más suave, y menos ácido como decíamos antes, y esto permitirá que combine mejor con otros sabores que de otra manera, no lucirían tanto, abriendo un nuevo abanico de posibilidades. Y no solo eso, sino que, al realizar la infusión de esta manera, podemos añadir otros ingredientes durante el proceso, como canela, frutos rojos o vainilla, lo que convertirá nuestro café en una experiencia única. Si sumamos las ventajas hasta ahora, tenemos un brebaje que parece casi mágico: Sabroso, dulce, hidratante e incluso con propiedades adelgazantes.
• Más felicidad: El café de por sí nos puede ayudar con temas de depresión, pues como varios estudios han demostrado, el café ayuda a liberar endorfinas, la hormona de la felicidad. Esto hace que la gente que consume café, tiende a ser más feliz. Pero además de los procesos químicos, la mente suele asociar el café con buenos momentos, como una tarde con seres queridos en una cafetería, o una buena sobremesa. Pero en el caso del café frío este efecto aumenta más. Esto se debe a que, al ser una bebida estacional, que se toma normalmente en verano, lo asociamos a esa época, que suele conllevar vacaciones y buenos momentos, alejados de la rutina habitual en la que nuestro café de siempre queda confinado.
• Cafeína fría: Como bien sabemos, muchos de los beneficios del café vienen gracias a esta substancia que nos mantiene despiertos. Y el café frío no es menos, pues contiene una cantidad de cafeína superior a un café normal, ya que pasa más tiempo en contacto con el agua. Y esto quiere decir que también será una bebida que contribuye a la prevención de enfermedades neurodegenerativas, como el alzhéimer o el párkinson, o los efectos que tiene sobre el metabolismo, favoreciendo también la pérdida de peso.

Recetas con café frío

Y si todo esto no termina de convencerte, vamos a ver unas recetas refrescantes y sorprendentes en las que usaremos este tipo de café.

Fizzy Iced Coffe

Casi podríamos hablar de un delicioso coctel, este café frío y con hielo tendrá un toque sorprendente y burbujeante cuando le añadamos una chispa de licor de melocotón y agua con gas, preparando una deliciosa receta única y refrescante.

Ingredientes:

• 40ml de café frío
• 3 piedras de hielo
• 10ml de licor de melocotón
• 90ml de agua con gas fría

Elaboración:

En un vaso grande y amplio, ponemos el hielo, sobre el que verteremos el licor de melocotón. Añadiremos después el agua con gas, poniendo el vaso inclinado y desde poca altura, para evitar que suba mucha espuma.

Y, para terminar, añadiremos el café sobre esta mezcla. Gracias al sabor más suave de este café, el melocotón y el agua con gas lucirán mucho, creando una nueva experiencia de sabor en tu boca.

Suspiro de limón

Siendo un café clásico de ciertas regiones de España, si cambiamos el café espresso por este café frío, obtendremos una mejor combinación de sabores, ya que podremos notar mejor la combinación del limón.

Ingredientes:

• 1 Taza de café frío (40ml aproximadamente)
• Cubitos de hielo
• 1 chorro de zumo de limón

Elaboración:

Simple, sencillo y efectivo. Tan solo debemos mezclarlo todo, y removerlo. Si dispones de una coctelera, es la opción ideal, si no, remover con una cuchara también vale. Un truco para que quede aún más intenso, es hacer estos hielos de café, congelándolos el día anterior.

Suspiro de horchata

También típico de la Comunidad Valenciana, este café es prácticamente los mismo que el anterior, pero siendo la horchata una bebida con un sabor más suave que el limón, nuestro café frío permitirá que destaque más. Si no tienes claro que es la horchata, es una bebida típica de esa región, hecha a partir de chufas, una especie de tubérculos que se mezclan con agua y azúcar para elaborarla.

Ingredientes:

• 1 Taza de café frío (40ml aproximadamente)
• Cubitos de hielo
• 1 taza de horchata

Elaboración:

Básicamente, el proceso es el mismo que el anterior, pero aquí podemos jugar con los sabores, y preparar el hielo con la horchata si queremos que destaque más este sabor. Otra variación que podemos hacer en esta bebida es pasar la mezcla con hielo por una batidora, y conseguir así una bebida más tipo granizado.

Finalmente, puedes usar una pajita para beberlo, como es habitual cuando se toma la horchata, o beberlo directamente del vaso, lo que te sea más cómodo.

Iced Rosemary Latte

Ya solo el nombre da curiosidad, y no es para menos. Rosemary, o en castellano romero, es una especia que quizá no pensabas que podía quedar bien con el café. Pues bien, esta receta viene para romperte los esquemas.

Ingredientes:

• 40ml de café frío
• 90ml de leche fría
• 3 piedras de hielo
• 3 ramas de romero fresco
• 10ml de sirope de caramelo

Elaboración:

Ya que vamos a realizar la infusión del café frío, podemos aprovechar y añadirle desde este momento 2 ramitas de romero, para que el café ya adquiera este sabor y aroma. Si lo haces caliente, puedes servir el café recién hecho sobre las ramitas de romero para que estas desprendan sus propiedades en el café.

Una vez tengamos esto listo, vamos a espumar la leche fría, para lo cual necesitaremos una varilla eléctrica, o un espumador.

Con los ingredientes preparados, servimos el hielo en un vaso, podemos repetir el truco del hielo de café si lo quieres más intenso, y añadimos el licor de caramelo.

A continuación, servimos la espuma de leche y finalmente el café. Para darle el toque final, ponemos media ramita de romero para decorar, y listo.

Está claro que el café se puede disfrutar de muchas maneras, y frío no es menos, incluso en varios aspectos, es incluso más.

Así que no lo dudes, si el calor aprieta, refréscate con un delicioso café frío.