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23/07/2022

Nuestro amigo rápido: El café soluble

Nuestro amigo rápido: El café soluble

En este mundo, la gente suele dividirse en dos equipos para casi todo: La tortilla con o sin cebolla, mamá o papá, pizza con o sin piña, té o café…

Y yo te traigo una pregunta: ¿Cómo disuelves tú el café soluble?

Por lo general, en España es más típico disolverlo en leche caliente , pero en otros países, e incluso mucha gente en nuestro país, lo disuelven en agua caliente.

Es una pequeña curiosidad sin más, pero lo cierto es que el café soluble, aun teniendo un sabor que, al menos para mí, no se puede comparar con un buen café de cafetera , puede sacarte de algún que otro apuro puntual.

Hay días que por lo que sea, no tienes tiempo ni para preparar la cafetera, o llegas tan cansado que no tienes fuerzas para nada, y es para momentos así que el café soluble es ideal.

Calientas un poco de leche o agua, y listo, en un momento tienes tu bebida caliente preparada.

Además, tiene la ventaja de ser muy duradero, por lo que puedes guardarlo para estas ocasiones puntuales sin temor a no usarlo por un largo período de tiempo.

Es por todo esto que hoy vamos a ver en profundidad este café que más de una vez te puede sacar de un apuro, e incluso es ideal para usar en repostería.

La historia del café soluble

Para encontrar los primeros intentos o sistemas de café instantáneo, debemos remontarnos a 1881, año en el que el francés Alphionse Allais patenta el primer sistema de café soluble. Años después, mediante otro sistema, venta al mercado el café Strang , inventado en 1890 por David Strang, otro inventor residente en Nueva Zelanda.

Y aunque todavía faltarían años hasta que esta idea de café instantáneo llegase de manera consistente al mercado, no podemos pasar por alto al científico japonés Satori Kato, residente en chicago, y que presentó su versión del café soluble en la Exposición Panamericana de 1901 en Nueva York.

Finalmente, llegamos a 1910, año en el cual por fin se comenzaría a comercializar este tipo de café. No fue otro que el inventor americano George Louis Constant Washington, que realizó un titánico esfuerzo a nivel comercial para que su café se posicionara como un producto de consumo habitual, a través de su empresa, la G. Washington Coffe Company.

La comercialización del café instantáneo.

Además de Washington, había otros competidores que encontraron su propia manera de crear el café soluble. En 1909, un año antes de que Washington comenzara a comercializarlo, Federico Lehnhoff descubrió que, si evaporaba toda el agua de un café, quedaba un residuo que, al añadirle de nueva agua caliente, se volvía a convertir en café .

En tan solo 2 años, creó un sistema industrial para realizar esta deshidratación del café, obteniendo un grano o polvo que se podía disolver en agua caliente, y le sobró tiempo para fundar una compañía.

A finales de 1911, Lehnhoff se asocia con Eduardo Tallien de Cabarrús, y entre los dos crean la empresa que patentaría el café soluble en Europa y Estados Unidos: Lehnhoff, Cabarrús & Cía, Ltda.

Poco después, para promocionar más su café, crearon la Société du Café Soluble Belna. Este nombre final se lo pusieron como homenaje a sus esposas, tomando las últimas sílabas de sus nombres, Isabel y Susana.

Y su invención fue un éxito rotundo, incluso ganó la medalla de oro den la Exposición Universal de Gante , en Bélgica. Tanto es así, que los siguientes años amasarían grandes beneficios, hasta que llegó un acontecimiento que abocaría a Belna al cierre: La I Guerra Mundial .

Debido a este terrible conflicto, se redujo la materia prima a la que podía tener acceso, y esto a la larga, derrumbó la compañía.

Y el café soluble quedaría en un parón, hasta 1938, año en el que la famosa empresa Nescafé empieza a vender su versión del café instantáneo que, en ese momento, poseía el más avanzado sistema de refinación.

La evolución de la deshidratación.

Como bien sabemos ahora, una segunda guerra estaba por llegar, y esto trajo consigo muchos avances tecnológicos, que, una vez finalizado, se pudieron reacondicionar en otros ámbitos.

Uno de estos inventos fue el secado por congelación al alto vacío , creado originalmente para procesar penicilina, plasma sanguíneo y estreptomicina para uso militar. Esta invención la desarrolló la Corporación Nacional de Investigación, o NRC por sus siglas en inglés, en su sede de Massachusetts.

Al finalizar la Segunda Guerra Mundial, la NRC buscó formas de reutilizar estas invenciones para usos más generales fuera de la guerra, y terminó creando la Florida Foods Corporation, que usó este método para procesar jugo de naranja en polvo , principalmente. Lo más increíble es que esta empresa todavía existe a día de hoy, pero con otro nombre que seguro que te suena más: Minute Maid.

Por supuesto, este sistema también se terminó aplicando al café soluble por otras empresas.

Usando el café soluble

Ya sea en recipiente de vidrio o en lata, en grano o en polvo, lo cierto es que este café tiene diversos usos y muchas posibilidades.

Según la cantidad de café que le quieras poner, puedes hacer un café suave, incluso aguado, o llegar puedes a hacer crema de café , con una textura similar a la nata montada, ideal para recetas de repostería o para adornar preparaciones de café.

De hecho, durante los días de cuarentena de la pandemia provocada por el coronavirus, se hizo viral la preparación del café Dalgona , que usa este tipo de café.

Ya lo mencionaba al principio, pero este café también tiene sus diferencias culturales según los países, por ejemplo, los que solemos disolverlo directamente en leche, somos España, Portugal y la India, mientras que en otros países lo disuelven con agua caliente.

De hecho, en Corea, este café incluye en su mezcla azúcar y crema no láctea, todo en polvo y listo para mezclar.

Otro choque cultural interesante es el uso de este café: Si bien en Estados Unidos o Italia, no representa ni un 10% de las ventas de café totales, en países como Gran Bretaña es mucho más vendido que el café normal, llegando a representar el 75% de las ventas.

No solo sirve para beber

Este tipo de café es usado también para revelar fotos en casa. Es uno de los ingredientes del conocido como Caffenol-C, un líquido para revelar fotos que no es tóxico y está pensado principalmente para imágenes en blanco y negro.

La mezcla incluye, junto con el café, ácido ascórbico y anhidro de carbonato de sodio. Para reducir la niebla, existen otras recetas que le añaden bromuro de potasio.

El Caffenol se descubrió en 1995 en el Instituto de Tecnología Rochester, pero la denominación C que lleva al final no llegaría hasta los años 2000, cuando empezaron a añadirle el mencionado ácido ascórbico mejorando la formula.

Un detalle curioso es que, a lo largo de los experimentos, descubrieron que los cafés solubles de marcas conocidas y caras funcionaban peor que los más baratos de marca blanca.

La producción del café soluble

Por lo general, el café instantáneo se produce con la variedad robusta, que como vimos en otro artículo, es por lo general más barata de producir, pero tiene un sabor más fuerte y generalmente peor que la variedad arábica.

Además, por lo general, se suele adquirir el grano verde, y se tuesta durante el proceso.

Los granos de café pueden pasar por dos procesos diferentes, por un lado, está el secado por aspersión, y por otro, la liofilización.

En cualquier caso, previamente se tostará el café a altas temperaturas, entre 190 y 210 grados, tras lo cual se molerá. Una vez molido, se le añadirá agua caliente para extraer los sólidos solubles, método conocido como extracción sólido-líquido.

Tras este proceso, obtendremos el denominado extracto, que pasará por un centrifugado eliminando así el agua en distintas fases, y es aquí donde entran en juego los métodos anteriormente mencionados:

  • Secado por aspersión: En este sistema, el extracto se deposita en una cámara de secado, y quedará expuesta a aire caliente al mismo tiempo que se atomiza.
  • Liofilización: Aquí, por el contrario, el extracto se somete a congelación a bajas temperaturas, tras lo cual se someterá a una sublimación a bajas presiones.

Y después de todo este trabajo, obtendremos el famoso café instantáneo, no sin antes darnos cuenta de que hay una merma enorme: De todo el grano de café verde adquirido y procesado, este se habrá reducido y solo quedará un 40% de café soluble.

¿Qué contenido tiene el café soluble?

Lo cierto es que el café instantáneo tiene por lo general, menos de todo que un café molido y preparado en cafetera.

Por ejemplo, como bien sabemos, el café es bueno para la salud gracias a sus antioxidantes, sin embargo, el café soluble tiene menos cantidad. Se calcula que en una taza de café molido de 180ml hay un contenido en polifenoles de 400mg, y si nos fijamos en su contraparte soluble, esta substancia cae alrededor de los 320mg.

A pesar de estar hecho principalmente con variedad robusta, que posee más contenido en cafeína, tras su procesado, el café soluble tiene menos cafeína que un café molido.

Se calcula que en una taza de 225ml de café molido podemos encontrar sobre 100mg de cafeína, pero en la misma taza de café soluble, se encontrarían unos 66mg de esta substancia que nos mantiene despiertos.

¿Cuál es mejor?

Por norma general, el café es recolectado y tostado, y tras esto, es cuando se decide si va a ser vendido tal cual, molido y empaquetado en envases o en cápsulas, o bien se someterá al proceso que ya explicamos antes y se convertirá en café soluble.

Por supuesto, ambos cafés tienen muchas diferencias, tanto de composición, como vimos arriba, como en lo relativo a costes de producción y comodidad para el usuario.

No podemos dudar que, en cuanto a comodidad, el café soluble gana por goleada, es tan sencillo como calentar agua o leche y añadir unas cucharadas de este producto, removemos, y voila, el café está listo.

Debido a que en menos volumen de producto podemos obtener más café líquido, también se considera que este café es más económico que el molido.

Pero, lo cierto es que el café molido no es un producto tan caro como para que la diferencia merezca la pena, pues una vez lo bebemos, no hay nada que el soluble pueda hacer contra un buen y delicioso café recién hecho en su cafetera.

Al final, lo ideal es tener de ambos, pues como mencioné en la entradilla, el café soluble, aunque no sepa igual, puede sacarte de algún apurillo, o serte de mucha utilidad en ocasiones puntuales.

¿Y en cuanto a salud?

Se podría decir que el café soluble no es tan bueno como el molido, ya que se le añaden conservantes químicos, y al ser un producto procesado, también tiene mayores contenidos en azúcar.

También varias fuentes afirman que, al ser un producto procesado, algunas compañías aprovechan para usar diversas variedades de café más baratas, o le mezclan incluso achicoria o productos similares, para poder abaratar costes.

Aun así, en ningún caso estamos hablando de nada que pueda poner en riesgo a tu salud.

Para acabar

El mejor resumen que puedo hacer es el que ya comentas a lo largo del artículo, tener un bote de café soluble por casa es ideal para ciertas ocasiones, quizás un mal día, o simplemente no te apetece preparar la cafetera.

Pero sin duda, son contadas ocasiones en las que lo uso, por lo general, prefiero hacer el pequeño esfuerzo y disfrutar de todo el aroma, cuerpo y sabor del mejor café.

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